Tratamiento de fobias y miedos
Los miedos y las fobias pueden tener orígenes diferentes:
1-Experiencias traumáticas en el pasado. Por ejemplo alguien se sintió amenazado o perseguido por un perro, y desde entonces tiene miedo a estos animales. O bien tuvo una mala experiencia en avión, quizás se movía demasiado durante un trayecto, y desde entonces ya no puede volar.
2-La otra razón son los miedos irracionales o las fobias “simbólicas”.
Aquí nos encontramos con muchos elementos que pueden ir desde aspectos biosociales de tipo ancestral, un miedo arcaico de los homínidos a las serpientes o a las arañas, por lo que representaron de peligro para nuestros antepasados, hasta la escasa experiencia de confrontación con la vida, debida a la no contrastación social en cada momento evolutivo.
La necesidad de rebelarse
Explico esto último: el niño tiene que jugar y a veces pelearse con otros niños, es lógico que los adolescentes tengan un grupo con el que identificarse, que empiecen a despertar su interés sexual, que, en determinadas ocasiones se rebelen contra la autoridad paterna, que tengan necesidad de explorar el territorio (conocer sitios, ampliar horarios de llegada, etc…), y lo normal también es que los jóvenes empiecen a desprenderse poco a poco del vínculo protector de su familia de origen, iniciando y construyendo su propio proyecto de vida.
Cuando los estadios evolutivos no se desarrollan de esta manera, y se producen fallos en determinadas etapas: un niño no integrado, un adolescente aislado y apático, un joven solitario… el miedo puede instalarse en la persona, y puede llegar a considerar el mundo como un lugar hostil del cual apartarse y defenderse.
Una personalidad evitativa
Y entonces se desarrolla una conducta evitativa, que hace que la persona enfoque su existencia tratando de evitar un supuesto sufrimiento en lugar de buscar la plenitud y el desarrollo de su personalidad.
Damián Ruiz
Psicólogo (Col.7884)
Analista junguiano (IAAP)
Barcelona