Problemas de pareja

Problemas de pareja.

Vivimos en una sociedad opulenta donde las necesidades básicas están cubiertas, afortunadamente, para la gran mayoría de la población.

Vivimos, por término medio, muchos años.

Y nos aburrimos. Por muy competitivo que sea el medio, no luchamos por sobrevivir, ni tenemos que ir a buscar agua a diez kilómetros.

Una tarea compleja
Llenar los tiempos, los espacios, hacer compatibles los caracteres, los gustos y los entornos de cada uno de los miembros de la pareja es una tarea compleja que requiere voluntad, a veces mucha.

A todo esto hay que añadir que las costumbres se han relajado, que las posibilidades de “cometer” una infidelidad han aumentado, y que el deseo de transformar la vida, con una nueva pareja aparece con más frecuencia que en tiempos anteriores donde todo esto estaba prohibido o mal visto socialmente.

¡Qué estrés, no? Estar guapo/a, interesante, atento/a, receptivo/a… o pensar que pierdes oportunidades… o que no vale la pena seguir adelante con una relación que hace aguas o que solo genera sufrimiento.
Entonces,

¿Cuándo hay que invertir esfuerzo para salvar la pareja?
Respuesta sencilla, y quizás un poco cursi: cuando hay amor.

Si todavía queda el amor (no confundamos con dependencia), si ese sentimiento aún no ha desaparecido, entonces hay que poner remedio. Y salvar aquello que un día nos hizo vibrar va a requerir hablar, y sobretodo reactivar la vida de pareja.
La psicología puede ayudar siempre y cuando el fuego no se haya apagado.

Damián Ruiz.
Psicólogo (Col.7884)
Analista junguiano (IAAP)
Barcelona.

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