superar trastorno esquizoide.
Este trastorno afecta a un 1 por ciento de la población aproximadamente y, copiando literalmente de la wikipedia: “los individuos que lo padecen tienen un gran distanciamiento de las relaciones sociales y una restricción de la expresión emocional” (más información en Trastorno_esquizoide_de_la_personalidad).
Lo bueno de wikipedia es que la información básica es bastante correcta generalmente.
Bien, dicho esto,
¿Se puede superar un trastorno esquizoide?
La respuesta es sí.
Veamos, imaginemos que en la persona afectada por este problema hubiera una predisposición genética. -Como ya he dicho en varios artículos de este blog la genética predispone pero no condena-. Imaginemos además que dicha persona hubiera crecido en un ambiente escaso de estímulos sociales o afectivos, o incluso que hubiera algún rechazo, manifiesto o latente, hacia él o ella por parte de su entorno familiar o escolar.
Bien, ¿cómo la ayudamos a salir de ese distanciamiento y de la restricción emocional?
¿Le damos pautas para que aprenda a relacionarse? No. ¿Por qué no? Pues porque ¿de dónde va a encontrar la fuerza y la motivación para hacerlo? En todo caso aprenderá a automatizarlas, a adaptarse a la situación, pero nunca lo sentirá realmente.
¿Le analizamos en profundidad durante años para saber de dónde proviene todo este problema? Bueno, conseguiremos que se convierta en un experto/a en sí mismo pero nada más.
Entonces ¿qué hacemos?
Sólo hay una posibilidad: experimentar la vida desde lo emocional. Debemos activar su sistema límbico, su cerebelo, sus pulsiones primarias, despertar su capacidad afectiva y una auténtica comunicación manifestada desde una verdad interior.
De no hacerse así todo lo demás no serán más que recursos artificiales y vanos.
Activar la vida, y no la razón, es la condición necesaria para empezar a superar un trastorno esquizoide.
Damián Ruiz.
Psicólogo (Col.7884)
Analista junguiano (IAAP)
Barcelona.