Esquizofrenia y Trastornos psicóticos.
La esquizofrenia es una enfermedad que, para algunos, con los que no estoy de acuerdo, es de origen orgánico y por lo tanto incurable.
Y digo que no estoy de acuerdo porque que haya cierta predisposición de un individuo a padecer una enfermedad, por causas constitucionales de origen genético, no implica que esa persona tenga que llegar a padecerla.
La genética no condena
Por la misma razón que el hecho de tener el hígado vulnerable, si la persona no consume alcohol y cuida su alimentación, no tiene porque derivar necesariamente en una cirrosis o cualquier otra enfermedad hepática. Probablemente el ejemplo no es el más adecuado pero suficientemente claro para hacer entender la idea que pretendo transmitir.
Es decir que uno esté configurado frágilmente a nivel psíquico no significa que deba padecer ningún trastorno psicótico, de los cuales el más grave es la esquizofrenia.
Y ¿qué es la esquizofrenia? Pues un estado psicopatológico en el cual una persona se aleja de la realidad creando un mundo propio de ideaciones y de estímulos aparentemente provenientes del exterior, pero que, verdaderamente, proceden de la propia psique del individuo.
Y ¿por qué se produce esta enfermedad?
Básicamente porque esa persona no ha podido crear una estructura de personalidad suficientemente sólida para manejarse en la vida. El Yo es muy frágil y por lo tanto la interacción con la realidad le desborda.
Y eso ¿a qué es debido?
Pues, de entrada, como decíamos antes, a cierta vulnerabilidad genética, y probablemente a que el medio en el que se ha desarrollado, desde el momento de la concepción hasta la actualidad, por una razón o por otra no ha sido muy favorecedor.
Y ¿se puede curar un trastorno psicótico como la esquizofrenia?
De entrada hay que decir que, hoy por hoy, es necesario tomar medicación. Pero a través de una psicoterapia se puede ir creando o reestructurando una psique suficientemente válida para moverse por la vida. Eso sí, tratando siempre de protegerse de situaciones altamente estresantes que pudieran desbordar al paciente.
El trastorno esquizoide y el trastorno esquizotípico de la personalidad están dentro del espectro de la psicosis, pero son de menor gravedad, y por tanto de más fácil solución. En el primero se produce un alejamiento del mundo. Una especie de aislamiento grave o pseudoautismo que no impide que la persona pueda desarrollar una profesión, pero con dificultades a la hora de tener amistades, pareja o una familia propia.
Se adaptará a la vida de forma casi robótica. Un ejemplo sería el de alguien a quien no le gusta salir de casa ni hablar con nadie porque se pasa muchas horas jugando con juegos de ordenador (estamos hablando de casos extremos por supuesto).
En el trastorno esquizotípico, la actitud es más abierta, tendrá dificultades en muchos aspectos pero puede llegar a generar una existencia pseudonormal, con elementos adaptativos y otros extraños o peculiares.
Por ejemplo alguien que rinde bien en su trabajo, pero cuando llega a casa se conecta a un aparato, creado por él, con el que se comunica con los extraterrestres, por poner un ejemplo.
Este trastorno es más grave que el esquizoide.
Pero ambos son recuperables a través de la terapia.
Damián Ruiz
Psicólogo (Col.7884)
Analista junguiano (IAAP)
Barcelona