No soy quien para hablar sobre este tema ya que no soy epidemiólogo ni científico pero me considero un ciudadano más o menos informado.
Tampoco tengo idea alguna de cuál es el origen de este coronavirus, si escapó de un laboratorio, si fue fabricado o si pasó del animal (murciélagos?) al hombre. Y tampoco quiero especular, pero me temo que existir, existe y matar, puede hacerlo en algunos o muchos casos.
Tampoco me imagino a Angela Merkel, para mí la política más responsable y sensata de las últimas décadas en Europa, y que en breve dejará su cargo, tomando decisiones arbitrarias en contra de los intereses de su población y en componenda con Bill Gates y las élites que supuestamente nos quieren inocular un microchip para controlarnos y, cuando quieran, darle a un botón y hacernos desaparecer, o ponernos todos a comprar el último ipad de Apple según venga al caso.
Es decir, el virus existe.
Lo que sí creo es que la alarma que dicha existencia generó en la comunidad científica internacional, empezando por el ponderado Dr. Fauci (el Asesor Médico Jefe del Presidente de Estados Unidos que ya trabajó con el díscolo Trump) y siguiendo por autoridades sanitarias de todo el mundo precipitó la creación de vacunas que, quizás sí, se aceleraron más de lo que, en condiciones normales, requeriría dicho procedimiento para poder ser aprobadas.
Entonces en algo pueden tener razón los negacionistas y es que las vacunas, además de ser más terapia génica que ortodoxamente vacunas, no tienen del todo comprobado cual puede ser su efecto sobre los humanos, no ya a corto, sino a medio y largo plazo.
Imagino a Merkel, sigo con la mandataria, preguntando cuales son los riesgos de las vacunas y cuáles las ventajas, y qué pasaría y qué no en caso de vacunarse o no el grueso de la población. Y en función de eso decidir.
Y decidió, como la gran mayoría de líderes del mundo, que la población se vacunara.
A partir de ahí yo soy partidario de la libertad individual y, también, de las medidas que las autoridades vayan tomando (excepto el confinamiento que escapa creo y mucho, o debería escapar, a sus atribuciones) en función del avance o disminución de la pandemia.
La libertad del individuo es importante así como la salud del colectivo e imagino que científicos deben de haber de todas las ideologías, de izquierdas, derechas, comunistas, neoliberales, etc. Y por lo que se ha optado, probablemente, es por el mal menor.
Mi familia y yo nos hemos vacunado pero respeto total a quien no lo haga, por supuesto.
Damián Ruiz
Barcelona, 28 de Noviembre, 2021
www.damianruiz.eu